Primero, es para ti que eres soltera que te sientes desanimada porque parece que nadie se te acerca, incluso sientes que ni las moscas se te acercan. Después de este proceso, comenzarás a notar cambios significativos, por ejemplo: los hombres se acercarán más, tendrás más citas, recibirás más miradas en la calle y, lo más importante, comenzarás a recibir invitaciones para salir.

Segundo, es para ti, que eres casada o estás en una relación, ¿Por qué? Porque podrás hablar con tu pareja de manera más sencilla y natural. Notarás cómo él se vuelve más receptivo y abierto a dar en la relación, mientras tú te sentirás más dispuesta a recibir. La comunicación será más armoniosa y la relación se renovará como si se hiciera un borrón y cuenta nueva, como esos primeros días de enamorados. Verás que aquellas cosas que antes te molestaban de él, esas cosas que te irritaban muchísimo, ya no te afectan tanto, y que las diferencias con tu pareja no te van a afectar como antes. No te vas a sentir frustrada, decepcionada ni triste porque tu pareja no te entiende o no te sientes la prioridad para él.

Tercero, es para ti que te quejas del tipo de hombre que atraes: te quejas porque atraes a hombres que no se quieren casar, o peor aún, que se te acercan puros hombres casados o en relaciones… o las que me dicen “es que ni en el Tinder hago match”

Cuarto, es para ti si eres una de esas mujeres que ha experimentado que, en su relación de pareja, todo iba muy bien, pero de repente las cosas comenzaron a desmoronarse. Es como si de la noche a la mañana, lo que era perfecto se empezó a volver en un infierno total. Estos momentos suelen ocurrir cuando la relación está en un punto crítico de avance; como cuando deciden vivir juntos y empiezan las peleas, ofensas y discusiones.